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domingo, 11 de febrero de 2018



La esperanza de una vida, Mejor.


Siempre como seres humanos existe en nosotros algo que nos lleva a sentirnos inconformes… y eso es algo que sucede muy a menudo ya que hay áreas de nuestra vida que están en constante formación y crecimiento. Esto nos lleva a tener deseos por cosas materiales, espirituales y alcanzar metas que muchas veces nos trazamos y logramos, otras en las que fallamos o simplemente por falta de esfuerzo y aunado al desanimo muy comúnmente las abandonamos. Esto nos sucede a la mayoría de seres humanos. Pero no podemos negar que todo esto es movido por una bujía llamada “Esperanza”. 


¿Pero que es Esperanza y que la sustenta? Existe una definición bastante aceptable capaz de hacernos entender su significado.

La esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. Ya sea a partir de un sustento lógico o en base a la fe, quien tiene esperanza considera que puede conseguir algo o alcanzar un determinado logro.

Otros estiman que la esperanza le da sentido a la vida del ser humano, también se define  como uno de los sentimientos más positivos y constructivos que puede experimentar un ser humano.

En fin podemos decir que la esperanza es la energía que produce el Espíritu santo y hace que nuestro motor pueda producir el empuje para salir adelante… pero esperanza sin Fe (Espíritu Santo) no tiene energía para funcionar…


Está escrito en Romanos 8:15-13  Que el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Es aquí en donde se resume la Clave que hace que nuestra vida pueda alcanzar el Propósito para el cual hemos sido creados. Y es que nuestra vida no gira alrededor de lo que deseamos o queremos de nuestros sueños o metas, gira alrededor de un Propósito Eterno designado y otorgado por Dios.

Seria simple pensar que fuimos el producto de una noche de pasión, de una mala cuenta mensual, de un artefacto que no funciono o de una alteración del método del ritmo, lo cierto es que pensar en una vida, nos debe hacer pensar en Propósito, no en un error, causalidad o casualidad…

Cuando el apóstol Pablo escribe a los Romanos, es explicito en cuanto a Dios llamándolo; “Dios de la Esperanza”, y aunado a ello describe elementos de la esencia, que los llevaría a producir Fe, se trata de Creer, esto a su vez produce “Esperanza en Abundancia” y establece la fuente de Todo, la Energía que mueve nuestro Propósito; El Espíritu Santo.


Es así de sencillo como Dios nos ha provisto de lo que necesitamos para ser lo que Él ha determinado que Somos… Y es que Dios nunca será Simple, Él siempre será Sencillo y podemos acceder a todo lo que ya determino…

Tratare  de explicarlo más sencillamente.

Podemos decir que tenemos el Motor de un vehículo, que funciona con combustible, describiendo el Motor decimos que está compuesto por bielas, pistones, engranajes, y otras cosas, pero para que este motor entre en funcionamiento necesita de una energía necesaria para poder encender.  

Por eso al igual que un vehículo, nuestra vida; espíritu, alma y cuerpo, necesita de una energía para lograr perdurar y producir para lo que fuimos Creados, y esto solo se logra gracias al Espíritu Santo.

Ahora lo explico desde otro ángulo, pues se que muchos dirán que hay gente exitosa que ha salido adelante sin Dios…. Veamos:

Dios crea a Adán y para que su Vida se moviera en el propósito que Él determino, soplo aliento de Vida y este vive y comienza a hacer lo que Dios determino para él y un día Adán decide apartarse del propósito de Dios a través de la desobediencia, hasta allí le duro el Propósito desde el punto de Vista de la Eternidad… es decir comenzó a morir y se incompleta para lo que fue Creado. Entonces Jesús decide ir a la cruz del calvario convirtiéndose en el Postrer Adán para que el hombre deje de ser un “Alma Viviente” y se convierta en un “Espíritu Vivificante”, pase de alma temporal a espíritu eterno por el poder del Espíritu Santo en el. Así que el Propósito vuelve a ser Eterno y el plan de Dios Trasciende por la Eternidad…

Puede que tengamos éxitos temporales y alcancemos metas y culminemos proyectos pero esto no significa que nuestros éxitos sean trascendentales y por eso los imperios humanos siempre llegan a su fin pero cuando Dios está involucrado y es el centro de tu vida entonces la permanencia de tu Propósito trasciende por la Eternidad…

Por eso debemos entender que en Dios habita nuestra Esperanza, es en Jesús y  en el Poder de su Espíritu Santo que podremos establecernos en un Propósito Eterno determinado desde antes de la fundación del Mundo y escogidos por su Amor inigualable. Esta es nuestra más grande esperanza para una Vida Mejor….

Pr. Wilmer Alvarez R.
Centro Cristiano El Pan de Vida
Maracaibo Venezuela