SÁBANAS
SUCIAS...
En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer observó
a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero.
-¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero…! Quizás
necesita un jabón nuevo… ¡Ojala pudiera ayudarla a lavar las sábanas!
El marido miró y quedó callado.
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la
vecina tendía sus ropas al sol y el viento.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas
limpiecitas, y dijo al marido:
-¡Mira, ella aprendió a lavar la ropa! ¿Le enseñaría otra vecina?
El marido le respondió:
-¡No, hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana!
Y la vida es así, todo depende de la limpieza de la ventana, a través
de la cual observamos los hechos.
Es fácil juzgar a los demás sin darnos cuenta que la situación errada
está es en nosotros. Eso es falta de humildad!!!
Limpiemos las ventanas de nuestra vida antes de mirar a los demás.
¡Reconozcamos nuestros errores pues eso nos hará crecer, no seamos
necios en nuestra propia sabiduría! No es bueno.
Esta historia
tomada del Libro “La Culpa es de la Vaca” nos enseña claramente lo que Jesús
trataba de enseñar en el capitulo 6:39-42 de la epistola de Lucas:
39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar
a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? 40 El discípulo no es superior a su
maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro. 41 ¿Por qué
miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que
está en tu propio ojo? 42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame
sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo
tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien
para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
Para buenos
entendedores, pocas palabras bastan…Feliz inicio de semana.
Pastora
Sugey Villasmil de Álvarez